Inflammaging: The Silent Driver of Premature Skin Aging

Comprender la ciencia detrás de la inflamación crónica y su papel en el envejecimiento de la piel.

Inflamación: el factor silencioso del envejecimiento prematuro de la piel

El término "inflammaging" —una fusión de"inflamación"y"envejecimiento"— fue acuñado por Claudio Franceschi en el año 2000 para describir la inflamación crónica leve asociada con el envejecimiento. Aunque originalmente se utilizó en el contexto del envejecimiento sistémico y las enfermedades crónicas, el término «inflamación» ha cobrado relevancia en dermatología por su papel en la salud de la piel y el envejecimiento prematuro.

Resumen
|Manuela Valenti

¿Qué es el Inflammaging?

El inflammaging se refiere a un estado inflamatorio persistente y subclínico que surge con la edad y contribuye al deterioro tisular y a las enfermedades relacionadas con la edad. En la piel, este fenómeno se manifiesta como una degradación gradual de proteínas estructurales como el colágeno y la elastina, un deterioro de la función de barrera cutánea y un tono de piel opaco o irregular.

A diferencia de la inflamación aguda, que es protectora y se resuelve una vez que se produce la curación, la inflamación crónica persiste en niveles bajos sin síntomas evidentes y daña las células con el tiempo.

Mecanismo de inflamación en la piel

Varios procesos biológicos contribuyen a la inflamación:

Células senescentes: Con la edad, las células cutáneas entran en un estado de senescencia. Estas células ya no se dividen, pero permanecen metabólicamente activas y secretan citocinas proinflamatorias, conocidas como fenotipo secretor asociado a la senescencia (SASP).

Estrés oxidativo: la exposición a los rayos UV, la contaminación y los procesos metabólicos generan especies reactivas de oxígeno (ROS), que desencadenan respuestas inflamatorias y daños en el ADN.

Desequilibrio del microbioma de la piel: la disbiosis puede activar respuestas inmunes innatas, perpetuando la inflamación crónica.

Disfunción mitocondrial: a medida que las mitocondrias envejecen, liberan patrones moleculares asociados a daños (DAMP), lo que estimula aún más la inflamación.

Desencadenantes externos e internos

Factores ambientales: la radiación ultravioleta, los contaminantes del aire y el humo del cigarrillo aumentan la producción de ROS y la señalización inflamatoria.

Factores del estilo de vida: La mala alimentación, la falta de sueño y el estrés crónico pueden aumentar la regulación de los mediadores inflamatorios.

Envejecimiento intrínseco: el deterioro natural de la regulación inmunitaria y de los mecanismos de reparación celular con la edad predispone la piel a la desregulación inflamatoria.

Consecuencias de la inflamación en la piel

Descomposición del colágeno: la inflamación crónica regula positivamente las metaloproteinasas de matriz (MMP), que degradan el colágeno y la elastina.

Cicatrización retardada de heridas: los marcadores inflamatorios perjudican la función de los fibroblastos y queratinocitos.

Mayor sensibilidad: el deterioro de la barrera provoca una pérdida de agua transepidérmica y una mayor reactividad a los irritantes.

Hiperpigmentación: la inflamación puede estimular la melanogénesis, lo que resulta en un tono de piel desigual.

Cómo mitigar la inflamación

Antioxidantes tópicos: Ingredientes como la vitamina C, el resveratrol y la niacinamida ayudan a neutralizar los ROS y reducir el daño oxidativo.

Soporte de barrera: las ceramidas, los ácidos grasos y los humectantes mantienen la hidratación y la integridad de la piel.

Activos antiinflamatorios: Se ha demostrado que los extractos botánicos como los polifenoles del té verde y la centella asiática reducen los marcadores inflamatorios.

Fotoprotección: El uso diario de protector solar de amplio espectro es fundamental para minimizar la inflamación inducida por los rayos UV.

Opciones de estilo de vida: Una dieta rica en polifenoles y ácidos grasos omega-3, un sueño adecuado y ejercicio regular favorecen la resiliencia sistémica y cutánea.

referencias bibliográficas
  1. Franceschi, Claudio, et al. "Inflamación-envejecimiento: Una perspectiva evolutiva sobre la inmunosenescencia". Anales de la Academia de Ciencias de Nueva York, vol. 908, n.º 1, 2000, págs. 244-254.https://doi.org/10.1111/j.1749-6632.2000.tb06651.x
  2. D'Aquila, Patrizia, et al. "MicroARN e inflamación: una nueva perspectiva epigenética de las enfermedades relacionadas con la edad". Ageing Research Reviews, vol. 29, 2016, págs. 1-12.https://doi.org/10.1016/j.arr.2016.05.002
  3. Callaghan, Thomas M. y Karl A. Wilhelm. «Una revisión del envejecimiento y un análisis de los métodos clínicos para la evaluación del envejecimiento cutáneo». Revista Internacional de Ciencias Cosméticas, vol. 30, n.º 6, 2008, págs. 313-322.https://doi.org/10.1111/j.1468-2494.2008.00459.x
  4. Makrantonaki, Evgenia, et al. "La piel como reflejo del proceso de envejecimiento en el organismo humano: estado del arte y resultados de la investigación sobre el envejecimiento en la Red Nacional Alemana de Investigación del Genoma". Gerontología Experimental, vol. 41, n.º 7, 2006, pp. 653-657.https://doi.org/10.1016/j.exger.2006.04.012
  5. Pilkington, Sarah M., et al. "Inflamación y la piel". Actas del Simposio de la Revista de Dermatología Investigativa, vol. 19, n.º 1, 2017, págs. S47–S51.https://doi.org/10.1016/j.jid.2017.02.011

Artículos relacionados

The Risks and Ineffectiveness of Egg White Facial Masks

Skincare

Toasted Skin Syndrome: The Hidden Dangers of Heat Exposure on Your Skin

Bio 101

The Fat-Over-Lean Principle: A Skincare Layering Technique Rooted in Art

Skincare